Tuesday, September 25, 2012

SEGUIR VIVIENDO


Ultimamente, por ratos, se me viene a la mente el recuerdo de Maye y siento una pena horrible, tengo tantas ganas de verla, me la trato de imaginar como estaría, como hablaría, como se vestiría, me da tanta rabia no poderla ver, no poder seguir compartiendo con ella.   Incluso, hasta pensar en que ahora mi hija es solo un recuerdo, me hace sentir cosas horribles.  Cómo puede ser eso??  Cuando Maye nació fui la mujer mas feliz del mundo, la mas dichosa, pensaba que eramos inseparables…  Maye era mi compañera, teníamos tantos sueños, tantos planes, tantas cosas que queríamos hacer juntas y todo eso me fue arrancado de mi vida…  Ahora todos esperan que yo sea igual que antes, que sonría como antes, que viva como antes, ESO ES IMPOSIBLE.
Desde que se fue Maye prácticamente no voy a ningún sitio, no soporto estar en ningún sitio que me recuerda que mi hija ya no está, porque si estuviera estaría conmigo ahí, entonces prefiero no salir, pero a veces lo tengo y lo quiero hacer, especialmente por Alvarito y por Martin, mi vida no ha quedado paralizada, aunque asi lo quisiera, tengo que seguir viviendo y compartiendo con los que me están conmigo, sin embargo, cada vez que lo hago no me siento totalmente feliz, en cada momento estoy extrañándola y normalmente en el camino de regreso, en lo único que pienso es en ella, en lo doloroso que es hacer y disfrutar de todas esas cosas sin ella, ese dolor que se siente es tan insoportable que quisiera que ya termine, que ya desaparezca, me siento tan impotente.
Aunque me vean sonreir, comer, disfrutar, no he dejado de pensar y de extrañar a mi hija, no dejo de pensar en ella en cada momento, incluso cuando parece que estoy 100%  ahí, creanme que no es así, una parte de mi mente y de mis pensamientos están con ella, imaginándomela, extrañándola…  solo que he aprendido a controlarme, he aprendido a disfrutar sin sentirme culpable, he comprendido que tengo que vivir y compartir mi vida con mi familia y demostrarles que me importan y que me hacen feliz.  Todo ha sido y es dificil, pero ese tiempo, al que tanto miedo le tenía, finalmente, está contribuyendo, a pesar de todo.
Duele, sin embargo, que tenga que ser así, duele que mi vida transcurra sin poder ver a mi reina, duele ver crecer a mis otros hijos y no verla crecer a ella…  Solo Dios sabe cuánto, solo Dios sabe lo que llevo dentro, solo Dios ve mi corazón, mis pensamientos, mis tristezas….  Y solo Él me acompaña y me da la fuerza que necesito para continuar, aunque la tristeza está siempre presente en mi corazón, Dios me reconforta con la esperanza de que pronto estaremos juntas otra vez y será para siempre, PARA TODA LA ETERNIDAD!! 

Saturday, September 15, 2012


En estas ultimas semanas, tal vez este ultimo mes, he tenido muchos cambios de ánimo, he tenido días bastante tristes, horribles, con mucho desgano y otros han sido increíbles, demasiado buenos para poderlo comprender…. Sí… y cuando pienso en eso, cuando empiezo a analizar me doy cuenta o tal vez debería decir “creo” que Dios me pone a prueba, Él me quita y me da, permite que sufra, que sienta ese dolor que mata, para luego darme su consuelo, esa sensación de Paz, de tranquilidad, que solo puede venir de Él. Y es que cuando creo que ya no puedo mas, que ya no quiero vivir, que no soporto, entonces le ruego que me ayude, que no me deje, porque me doy cuenta de que no puedo sin El, creo que Él quiere que me de cuenta de eso y que lo busque.

Todo eso que me pasa hace que empiece a tener otros sentimientos hacia Dios, ahora ya puedo decir que lo quiero, tal vez todavía no con toda el alma, pero siento que ya no lo digo solo de la boca para afuera, sino desde el fondo de mi corazón.

Desde que Maye murió, cuando veo y escucho cosas que pasan, cosas malas, feas, terribles, pienso en mi reina, pienso en lo dichosa que es ella ahora, que no tiene que vivir aquí, rodeada de tanta maldad, de tantos peligros, que morir no es algo horrible, como yo pensaba antes, si no, todo lo contrario, es vivir, es transformarse, entonces pienso en que morir, para el que muere, es como un premio, por lo menos para muchos, Dios te lleva cuando ya has cumplido tu misión, te libera de tu cuerpo físico para que puedas gozar plenamente de la vida, para que tu espíritu sea libre, sin ese cuerpo que te limitaba y al llevarte, también influye y/o colabora con la misión de otros. En mi caso, particularmente, creo que la partida de mi reina me ha motivado sobretodo a conocer a Dios, a acercarme a El, pero también a darme cuenta de que tengo que hacer algo, de que tengo una misión, algo que antes no pensaba, yo solo vivía la vida, pero nunca me pregunte cual era mi misión en la vida, ahora es mi pregunta diaria y no voy a descansar hasta descubrirla.

Ahora cuando oigo que alguien muere, ya no siento como antes, que decía, pobrecito, que terrible, por qué se murió, si no, digo, que suerte, que bendición…. Últimamente este pensamiento sobre la muerte me esta ayudando, si bien no tener a mi reina físicamente conmigo, es algo que me llena de tristeza--vivir sin ella, disfrutar sin ella, crecer sin ella, duele en el alma, porque la extraño cada segundo de mi vida-- estoy, de alguna manera, logrando transformarlo. Cuando pienso en que esta en ese lugar maravilloso, donde “se puede contemplar la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen” logro alcanzar una paz que a veces hasta me parece increíble poder sentir así.  Claro, sigue siendo algo que viene y va, como dije al principio, hay algunos días buenos, muy buenos, pero otros pueden ser terribles… supongo que a medida que mi fe y mi confianza crezcan, podre lograr que esos días sean cada vez mas seguidos y que mi paz sea mas constante.

Mi vida sin Maye es todo un reto, cada día, cada momento, triste o alegre, cada recuerdo, cada pensamiento, cada sentimiento…. porque es difícil vivir sin ella, es demasiado duro, y aunque el tiempo pasa y me empiezo a acostumbrar, la ausencia siempre es un presente, una realidad que aun me cuesta aceptar.

Estos meses son difíciles porque están llenos de recuerdos tristes, llenos de angustia, de dolor, recuerdos que vienen a mi mente sin llamarlos, solo vienen, vienen a perturbar mi paz y solo cuando me apoyo en Dios puedo recuperarla.

 

Monday, August 20, 2012

HOY 20 DE AGOSTO

Hoy 20 de agosto, hoy hace ocho años operaron a mi reina de retinoblastoma, le extirparon su ojito, hoy hace ocho años empezó una etapa muy dificil en nuestras vidas.  Tuvimos que aprender muchas cosas, tuvimos que armarnos de valor, ella, para poderse mirar al espejo y yo para poderla ver de esa manera, sin un ojito, fue muy duro al principio, en realidad, siguió siendo duro siempre, a pesar de la costumbre, para mí, siempre fue muy doloroso verla así, tuvimos que aprender a lavarlo, a sacarlo y ponerlo, tuvimos que aceptar que a partir de ese momento siempre sería así.  Mi reina me llenó de orgullo, aprendió rápido, ella misma se lo sacaba, hasta el doctor se sorprendía, una trome, SIEMPRE!!! 
También hoy, 20 de agosto, hace dos años fue su resonancia, la misma fecha, exactamente seis años después, la resonancia donde apareció ese maldito tumor que terminó por llevársela, nos ganó, esta vez no pudimos con él. 
Cada fecha es para mí un volver a vivir todo otra vez, volver a sentir lo mismo, el mismo dolor, la misma pena, la misma deseperación, angustia, una mezcla de sentimientos que me destrozaban y me siguen destrozando por dentro, ese terror de perderla, ahora, es el terror por el tiempo que tendré que vivir sin ella.
20 de agosto, es 20 del 8, sumado da 28… Si multiplico la fecha de su santo, 7 x 4 = 28, otra vez encuentro esta coincidencia, otra vez el número 7, siginificará algo??  Talvez si, pero aunque así sea, igual ya no importa, igual mi hija ya no esta acá…
Hoy es un día triste, los recuerdos están muy presentes, tanto que el dolor se hace insoportable, dificil de disimular.

Tuesday, August 7, 2012

MI DIEGUITO

TRIUNFADORES
Esta historia ocurrió hace algunos años, en las olimpíadas para personas con discapacidad de Seattle, también Llamadas "Olimpíadas especiales".
Nueve participantes, todos con deficiencia mental, se alinearon para la salida de la carrera de los cien metros llanos. A la señal, todos partieron, no exactamente disparados, pero con deseos de dar lo mejor de sí, terminar la carrera y ganar el premio. Todos, excepto un muchacho, que tropezó en el piso, se cayó, rodó y comenzó a llorar... Los otros ocho escucharon el llanto, disminuyeron el paso y miraron hacia atrás. Vieron al muchacho en el suelo, se detuvieron y regresaron... ¡Todos! Una de las chicas, con síndrome de Down, se arrodilló, le dio un beso y le dijo: "listo, ahora vas a ganar" y todos, los nueve competidores, entrelazaron los brazos y caminaron juntos hasta la línea de llegada.
El estadio entero se puso de pie y en ese momento no había un solo par de ojos secos. Los aplausos duraron largos minutos, las personas que estaban allí aquél día, repiten y repiten esa historia hasta hoy.

¿Por qué?, porque en el fondo, lo que importa en la vida, más que ganar, es ayudar a los demás para vencer, aunque ello signifique disminuir el paso y cambiar el rumbo.
Porque el verdadero sentido de la vida es que TODOS JUNTOS GANEMOS, no cada uno de nosotros en forma individual.
Ser capaces de disminuir el paso o cambiar el rumbo, para ayudar a alguien que en cierto momento de su vida Tropezó y que necesita de ayuda para continuar.


Disminuir el paso, cambiar de rumbo y, sobre todo, que esto no sea un proyecto individual, sino colectivo: entre todos ¡podemos!.

Esto lo he leído varias veces y cada vez que lo leo, siempre me pasa lo mismo, empiezo a leer e inmediatamente me siento conmovida, se me aguan los ojos y se me hace un nudo en la garganta, . Lo tenía guardado desde hace tiempo porque me encantó, incluso antes de tener a Dieguito. Ahora que tengo a Dieguito, cuando lo leo, siento que me conmueve mucho mas y pienso en mi hijito y no puedo dejar de pensar en él, en todos los niños con sindrome de down, pienso en su pureza, en su inocencia, en el amor inmenso que tienen para dar, para ellos no importa quien gane, no les interesa tener el primer lugar y ganar una medalla, lo que les importa es que todos ganen, que todos sean felices, que todos sonrían, TODOS.

Tener a un hijo con síndrome de down fue un shock terrible al principio, no entendía por qué todo me pasaba a mí, en ese momento el mundo se me vino abajo, tenía a mi reina enferma, mi vida estaba destrozada y cuando di a luz y me dieron la noticia, no lo entendía, caray, salí sorteada!! habiendo tantas familias en el mundo, tantas madres, tantos hijos, justamente a mí me tiene que pasar todo, y le preguntaba a Dios si no había sido ya suficiente dolor, suficiente sufrimiento, le preguntaba hasta cuándo tenía que seguir llorando… miraba a mi hijito y solo lloraba y pensaba, de quien es hijo este bebe?? No se parece a nadie?? Pensaba en todo lo que se me venía, en todo el sufrimiento, en si lo iban a aceptar, si lo iban a querer, si lo iban a discriminar, si iba a sufrir, no se pueden imaginar todo lo que pensaba y el dolor me mataba… el shock y las preguntas duraron varios meses, luego mi reina, luchando por sobrevivir, yo tratando de sobrevivir con todo esto, queriendo darles lo mejor de mi, y Alvarito, dejado de lado, como podía darles a los tres lo mejor de mí?? Como podía repartirme?? Como podía hacerles saber que su mami los ama a los tres mas que a su propia vida?? Pero que no es perfecta, que se equivoca, que se cae, que se derrumba, que se deprime, que siente que no puede, que siente que no sabe como…..

Ahora, después de todo este tiempo de tanto dolor, de tanto analizar todo, la vida misma, la razón de nuestra existencia, el porqué de tantas cosas, después de haber conocido a Dios, de haber aprendido mas de El, de sus caminos, de su amor por nosotros y de haber entendido que lo mas importante es a donde vamos a ir después, puedo decir que me siento dichosa de tener a un hijo con síndrome de down, aunque parezca mentira, es verdad, mi hijo siempre va a ser puro, él siempre va a ser un niño, nunca se va a contagiar de la maldad, de la violencia, de todo lo malo de este mundo, y va a ser como un farol para todos, porque nos va a iluminar con su luz para llenarnos de amor y para contagiarnos de él.

Cada vez que veo uno en la calle o en cualquier sitio, tengo ganas de decirles a los papas que yo también tengo a un hijo con síndrome de down, porque me siento orgullosa de decirlo, ya no tengo miedo, ya no me siento como bicho raro, ya no me importa lo que los demás piensen de mi hijo, porque yo que tengo un tesoro conmigo.... Siento que hay mucho que aprender de ellos y ahora tenemos a Dieguito para que nos enseñe.

Wednesday, August 1, 2012

SOBREVIVIR

Cada mañana para mi es un reto, un reto de sobrevivir, cada mañana me enfrento a mi realidad, antes cuando me levantaba la agradecía a Dios por este nuevo día, por mi familia, por mis hijos, por nuestra salud, por todo, ahora me es tan dificil hacerlo! Como puedo agradecer el nuevo día cuando ya no tengo a mi hija para compartirlo?
Pensar en el tiempo que voy a tener que vivir sin mi reina me llena de dolor y de desesperación, por eso trato de no pensar y le pido a Dios cada día, que me de la fuerza que necesito para levantarme y afrontar ese día.  He descubierto que tratando de hacer mas cosas por los demás, de ser extra amable, extra cariñosa, dar más de mí, tratando de hacer feliz a los otros, es un buen antídoto, no es que antes no lo hacía, creo que siempre he tratado bien a la gente y he tratado de hacer bien mi trabajo, pero ahora ha cobrado otro sentido, me acerca cada vez mas al cielo, algo que antes jamás habia pensado, siempre fue gratificante, pero ahora lo es mucho mas, porque ahora tengo la certeza de que a Dios le agrada y lo alegra mucho, además, logra alejar de mi mente mis propios pensamientos, ocupándome solo por los demás.  Creo que ahora tengo mucho mas cuidado cuando hago y/o digo algo y me esfuerzo más en servir, pero no por interés, sino porque verdaderamente lo quiero hacer, porque me nace del corazon y es por el Amor que estoy aprendiendo a sentir hacia los demás. 
A veces comparo mis días con los de una persona que esta perdida en la selva, cada amanecer se convierte en un nuevo reto de sobrevivir, sabe que se va a enfrentar a animales salvajes, a trampas, y camina cauteloso, con mucho miedo, con el corazón latiendo a mil por hora, y cuando llega la noche, el miedo a la oscuridad, a no saber que hay alrededor, y se duerme ya vencido por el cansancio, para mi es así cada día, pero lo que me asusta es la vida misma, cada situación, cada momento en el que voy a tener que estar sin mi hija cuando los demás están con los suyos, cada momento que voy a disfrutar sin ella y que pronto se convierte en tristeza, al darme cuenta que no lo compartí con ella, cada recuerdo que viene a mi mente, alegre y triste, cada lugar que visito, cada cosa que hago, cada postre que preparo en la casa, pensar que a ella le encantaban y ya no está aquí para disfrutarlos, igual los tengo que hacer y los quiero hacer para los demás y en especial para Alvarito, entonces tengo que caminar con cuidado, aguantando mis emociones, frenándolas, tratando de evitar que mis pensamientos me dominen, desviándolos, controlando mi llanto cuando de pronto empiezan a aguarse mis ojos por algún recuerdo, esto es cada día, y cada noche, enfrentarme al miedo a la oscuridad, un miedo nuevo desde que mi reina se fue, no se por que.  El tiempo pasa, sí, el tiempo ayuda, me ayuda a aprender a controlarme, aprender a tolerar mas el dolor, a confiar cada vez mas en la voluntad de Dios, pero no logra quitarme el dolor que llevo dentro, clavado como una estaca en mi corazón y nada logra llenar el vacío que me ha dejado mi reina, me hace mucha falta.


Friday, July 27, 2012

SOLA NO PUEDO

A veces ni yo misma se como puedo seguir viviendo, como puedo levantarme, bañarme, vestirme, comer, salir, como puedo conversar, sonreir, caminar, trabajar….  A veces no se hasta cuando voy a poderlo hacer, hasta cuando voy a poder soportar, no se…  solo Dios sabe
Ultimamente he visto muchas chicas como de la edad de Maye, en Misa había una que especialmente me recordó tanto a mi reina, tenía una vincha de tela, esas tipo pañuelo como las que usaba mi reina, estaba con su mamá y se abrazaban, la mamá la acariciaba, la besaba y yo las miraba, envidiosa, celosa de no poder hacer lo mismo con mi gorda, de no verla, de no poderla abrazar, ni besar, de ya no tenerla conmigo para compartir mi vida, especialmente ahora que siento que he aprendido tanto, que veo y vivo la vida diferente, a ella le hubiera encantado, porque ella era así, sensible, generosa, preocupada  por todos, pendiente del resto, de hacer sentir bien a todos, de hacer feliz al mundo.
Estos días me he quedado sola con Dieguito, Martin y Alvarito se han ido a Cuzco, el lunes fue mi noche de prueba, el bebe se durmió temprano, así que pude meterme a la cama antes de las 9:30, leí un poco, recé, prendí la tele para que me acompañe.  El gordo se despertó y lo pasé a mi cama, por lo menos su pequeña compañia me ayudó, tanto, que lo he acostado en mi cama todos los días para sentirme acompañada.   He tratado de no pensar mucho, pero es imposible no hacerlo, pensaba que si mi reina estuviera, ya estaría metida en la cama conmigo, hubiéramos conversado y le hubiera acariciado su cabeza para que se durmiera.  Que sola me siento, que silencio, que vacío, así me siento siempre que Martin y Alvarito salen, una soledad horrible, es tan raro, hace poco que Maye estaba con nosotros, hace poco que se escuchaba su risa, sus cantos, su musica, donde se fue??  Por qué tenía que ser justamente ella la que enfermara?  Ese maldito tumor que pudo más que todos los avances de la ciencia, que todos nuestros esfuerzos, que todas nuestras oraciones, el maldito cancer que viene silencioso, sin ningún reparo, no discrimina y se lleva a la gente que amamos, los va consumiendo por dentro y tomando por completo.  La muerte parecía tan lejana, ahora, es parte de mi vida, vino y se quedó para siempre, esta presente cada día, porque cada día vivo la muerte de mi hija, cada día vienen a mi los recuerdos, los vivo una y otra vez, sin embargo, tengo que hacer un esfuerzo mayor ahora, porque tengo que levantarme y seguir adelante, como si nada hubiera pasado, y llevar por dentro este dolor que me mata. 
Mientras manejaba pensaba en todo esto y le pedía a Dios que por favor no me dejara, que me diera esa fuerza sobrenatural que es lo único que me ayuda a seguir de pie, a entregarme a los demás dejando de lado mi dolor, que es lo que me da paz, esperanza, paciencia, porque sé que yo sola no puedo.  De pronto se me vino a la mente el mensaje que leí un día en mi librito “La Imitación de Cristo”, el dolor me mataba y le pedí a Jesús que me hablara, abrí el librito y ahí estaban sus palabras, rescato estos párrafos:
“Prepárate a sufrir muchas contrariedades y diversas molestias en esta vida miserable, porque así sera donde quiera que estuvieras, y así te pasará en cualquier sitio donde te escondieres.  Así será, y no hay remedio para la tribulación y el sufrimiento que tener paciencia y soportar con valentía y esperanza, por amor a Dios.
Bebe con alegría el cáliz de amargura que el Señor te ofrece si quieres tener parte con Él en la Gloria que nunca termina”.
“Ninguno es capaz de comprender las cosas celestiales si no acepta sufrir adversidades por amor a Cristo.
No hay cosa más agradable a Dios ni más provechosa para tí en este mundo que padecer gustoso por Cristo las adversidades que te sucedan.  Y si te pusieran a escoger entre padecer por Cristo y gozar de dulces y abundantes consuelos, más deberías escoger estos sufrimientos, porque sufriendo te haces más semejante a Jesús doliente y sacrificado por nosotros, y tu vida se asemeja así mucho más a la de los santos que por Cristo padecieron.
Porque no consiste nuestra perfección en gozar de agradables consolaciones, sino en saber soportar con paciencia y por amor de Dios las tribulaciones y penas que nos llegan. 
Si hubiera algo más útil para nuestra santificación que el sufrir con paciencia, seguramente Jesucristo nos lo habría dicho con sus palabras y con su ejemplo.
Pero a cada uno de sus discípulos y a todos los que quieren seguirlo, los exhorta a llevar la cruz con estas palabras:  “El que quiera venir a donde yo voy, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mateo 16, 25)”.
Increíble no?  como escrito para mí, preciso, pude haber abierto otra página, pero estoy segura de que Jesús me quiso hablar y me dijo lo que necesitaba.  También recordar esto en el carro no es casualidad, es la manera como Él me habla, a través de mis pensamientos, recordándome lo que ya me ha dicho antes y logrando una vez mas, darme esa paz, ese consuelo.  Tengo que tener paciencia, pero es tan dificil, siento que viene y va, es un sube y baja, todavía no logro mantenerme en un mismo estado, pero tengo Fe que algún día lo lograré, con la gracia de Dios.

Wednesday, July 25, 2012

MAYE

Una mamá maravillosa compartió esto con nosotros en nuestro grupo de padres.

Si conocieras el amor de Dios y lo que es el Cielo!!
Si pudieras oir el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
Si por un instante pudieras contemplar como yo, la belleza ante la cual todas las bellezas palidencen!
Me has amado en el pais de las sombras, y no te resignas a verme en el de las eternas realidades!
Créeme, cuando llegue el día que Dios ha fijado y tu alma venga a este cielo, en que te ha precedido la mía, me encontrarás transfigurada y feliz, no esperando la muerte, sino avanzando contigo por los senderos de la luz.
Morirse no es nada importante.... Solo me he ido al cuarto de al lado. Pero yo sigo siendo yo, igual que tú sigues siendo tú.
Seguimos siendo lo que éramos el uno para el otro.
Sigue llamándome con el nombre de siempre, háblame igual que lo hacías antes, no emplees un tono diferente, ni más solemne ni mas triste.
Sigue riendo con lo que nos hacía reir juntos.
Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo, que mi nombre se oiga en casa igual que siempre, sin énfasis ni temor alguno.
Por qué tendría que estar yo lejos de tus pensamientos?
Simplemente porque tus ojos no me ven?
No estoy lejos, solo estoy al otro lado del camino.
Todo va bien. Enjuga tu llanto y no llores.
Sonríe, Yo estoy feliz. 

Maye